Después de que las redes sociales abordaran la revolución del texto, como, por ejemplo, Facebook y Twitter; o la de las imágenes – casos de Instagram y YouTube -; era el audio lo que faltaba por destacar en las distintas plataformas disponibles.
La innovación de las redes sociales de voz
Subrayando esa faceta encontramos que en 2020 irrumpieron en el universo digital las redes sociales de voz a través de Clubhouse, enfocada en mensajes de voz – efímeros – que, tan solo en un año desde su aparición había logrado captar más de un millón de usuarios.
Una aplicación para crear podcast de forma sencilla, obra de Paul Davison y Rohan Seth, constituyó el precedente de Clubhouse. Denominada Talkshow tuvo breve vida, pero sentó las bases para que viera la luz la novedosa red social con atractivas características.
El acceso a Clubhouse es posible si un usuario formula la invitación. La creación del contenido respectivo es nada compleja, uniéndose el participante a canales a los cuales se les llama “habitaciones”.
Las personas inmersas en las redes sociales de voz hablan como si lo estuvieran haciendo en una conversación telefónica: escuchan todo lo que han ido diciendo los demás, en un formato que evita tener que escribir, y que explaya el empleo que se le da a este recurso en WhatsApp.
La dinámica de Clubhouse radica en que cualquiera puede crear una nueva habitación o intentar unirse a alguna de las que ya operan. Cada canal va titulado con la materia inicial de debate, contando como moderador a la persona que lo creó así como, por supuesto, disponiendo de una audiencia.
Para hablar hay que contar con el permiso del moderador, generándose un ritmo de conversación a partir del debate planteado en la habitación correspondiente.
El instrumento se expande
Contemporáneo con Clubhouse encontramos en as redes sociales de voz a Swell. A diferencia de la primera, en Swell la comunicación es asincrónica, es decir que no se requiere que los participantes se hallen en línea al mismo tiempo para interactuar.
La plataforma mezcla una experiencia social de audio que disminuye el tiempo en la pantalla, une a las personas y promueve conversaciones reflexivas en base a grabaciones de hasta cinco minutos. A estas se les puede agregar una imagen o un enlace. La respuesta de los oyentes solo se produce en audio, verificándose en cualquier momento para proseguir con la conversación de voz.
Con las conversaciones asincrónicas se busca mejorar el nivel de la plática, puesto que la gente piensa realmente lo que va a decir.
Otra red social interesante es Bobler, a través de la cual se envían mensajes de voz de hasta dos minutos, con el objetivo de circular contenido que se baste a sí mismo en la red.
Su creador, el francés Marc Antoine Durand, dice que Bobler tiene una cuota de emoción extra con el poder de enviar un mensaje personalizado y con el sello de su emisor, además de su impronta íntima y humana. Al igual que las otras redes mencionadas, puede resultar atractiva a quienes disfrutan de la proximidad de la voz.
En ATMÓSFERA CREATIVA te orientamos con lo que son las redes sociales de voz. Mientras tanto, entérate de otros tópicos con artículos como este.
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