Ricaurte fue un oficial colombiano que luchó por la libertad de Venezuela en la Guerra de Independencia. Fueron sus padres Esteban Ricaurte y María Clemencia Lozano, hija del marqués de San Jorge.
Entre 1799 y 1804, el joven Ricaurte. Estudió en el colegio de San Bartolomé de Bogotá, completando su formación de manera autodidacta en la gran biblioteca que poseían sus padres y parientes.
Años después, contrajo nupcias con Juana Martínez Camacho, sobrina del prócer Joaquín Camacho, quien le ayudó a insertarse en la burocracia colonial con el cargo de escribano de cámara y secretario de Tribunal de Cuentas del virreinato de la Nueva Granada.
Ricaurte participó en los hechos revolucionarios que se produjeron el 20 de julio de 1810 en Bogotá. Los cuales tuvieron su antecedente en los hechos del 19 de abril de 1810 en Venezuela.
Este héroe dada su decidida participación contra el régimen colonial, fue llamado por sus compañeros como «El Chispero».
La reorganización de las milicias
Cuando se organizaron las milicias patriotas colombianas, Ricaurte, fue incorporado al batallón de infantería de Guardias Nacionales, con el grado de teniente. Al presentarse el conflicto entre centralistas y federalistas, en los años iniciales de la Primera República de la Nueva Granada. Ricaurte apoyó al precursor Antonio Nariño y a los partidarios del centralismo, lo que lo llevó a participar en la primera guerra civil neogranadina.
Como miembro del primer Ejército Libertador, integrado por neogranadinos y venezolanos, este patriota, Antonio Ricaurte tuvo una destacada participación en los combates de: La Grita (13 de abril), Carache (19 de junio), Niquitao (2 de julio), Taguanes (31 de julio) entre otros.
El 25 de marzo de 1814, desde tempranas horas de la mañana, el asturiano José Tomás Boves, recuperado de las heridas recibidas en ese sitio el 28 de febrero, al mando de ocho mil efectivos. Decidió atacar de nuevo las posiciones republicanas, ubicadas en las estribaciones de la hacienda-ingenio de San Mateo, los intentos de llevar la iniciativa ofensiva los días 22 y 23 habían fracasado.
San mateo, la hacienda de los Bolívar
La hacienda es propiedad de la familia Bolívar, adquirida por Simón Bolívar “El Viejo”. Las fuerzas al mando del Libertador, totalizaban 1500 soldados de infantería y seiscientos a caballo. Lo acompañaban distinguidos oficiales, entre ellos: Lino de Clemente, Ramón Ayala y Mariano Montilla.
Los patriotas para evitar la derrota en desiguales condiciones, realizaban acciones heroicas mediante la construcción de trincheras y fortificaciones improvisadas, ubicadas desde la población de La Victoria.
Durante los vanos intentos de derrotar a Bolívar y capturar la hacienda, Boves se entera que en la parte alta de la hacienda-ingenio. Se encuentra un polvorín custodiado por el valeroso capitán neogranadino Antonio Ricaurte, de veintiocho años, quien defendía tenazmente el depósito de municiones, algunos heridos y para tal fin disponía con apenas un pelotón de defensores.
Una acción heroíca
Aproximadamente a las once de la mañana, Ricaurte, al ver la aproximación desde el cerro cercano de unos trescientos atacantes al mando de Francisco Tomás Morales, segundo de Boves, cantando victoria; no teniendo fuerzas suficientes para oponérseles, para evitar que el material bélico cayera en manos enemigas, ordena rápidamente desalojar de la Casa Alta los heridos y luego los soldados que lo acompañaban, a ellos les dijo:
–“Compañeros, volved a vuestras filas”.
Utilizando un tizón que le proporciona la señora Petrona, esposa del encargado de la hacienda, valerosamente se inmola mediante una explosión que causó grandes pérdidas a las fuerzas realistas.
Bolívar, El Libertador, aprovecha la confusión para atacarlos y ponerlos en retirada hacia Cagua y Villa de Cura. Fueron derrotados el 31 de marzo en Bocachica por el ejercito que se aproximaba del oriente, al mando del general margariteño Santiago Mariño.
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